miércoles, 2 de junio de 2010

La liturgia cristiana en el NT

1. Cultura de esta época
El "humus"sobre el que se han edificado la experiencia y el culto cristiano es el mundo judío. Veamos las características de esta experiencia y culto judío:
- Religión cósmica y religión histórica. Las religiones circundantes del mundo judío son religiones de la naturaleza y su culto es manifestación ritual del mito del eterno retorno, del incesante morir-renacer del cosmos.
La relación entre Dios y el hombre se basan en que Dios es el creador, el dominador, el soberano y el hombre criatura, súbdito y servidor. Esta concepción tiene su expresión en el culto: se da culto con la finalidad de aplacar y "ganarse" a Dios. Sin embargo, la religiosidad bíblica es histórica. Reconoce a Dios creador, pero está fundamentada básicamente en unos acontecimientos históricos salvadores. En estos acontecimientos salvadores se ve a Dios como Padre, Salvador y Amor y al hombre es hijo salvado y amado. Esta concepción tan distinta de la anterior también se refleja en el culto. Este culto tiene la finalidad de agradecer y de actualizar.

Relación entre la celebración judía y la celebarción de la Misa

Cena judía de los sábados

La Cena del Señor

Lucernario

Lecturas

Oración de fieles

Beso de la paz

Primer cáliz

Pan:

· presentación,

· bendición,

· fracción,

· comunión.

Presentación del pan y del vino,

Plegaria Eucarística,

Fracción

Comida comunitaria

Comida comunitaria

Segundo cáliz:

· presentación

· tres bendiciones

· comunión del cáliz

comunión

¿Qué nos Dice la Sactrosantum Conchilum?

La santa Madre Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos los fieles a aquella participación plena, consciente y activa... (SC 14).

Consciente: Saber lo que se hace; en nuestro caso lo que se celebra. Supone: explicación, estudio, «formación litúrgica», tiempos, fiestas, eucaristía, sacramentos, ritos, símbolos..., de La liturgia. Necesitamos ser «iniciados» para penetrar en el misterio y participar de él. La Iglesia ha realizado una gran labor de «simplificar» los ritos, revitalizar g actualizar símbolos..., pero nosotros hemos de «conocerlos» para vivirlos.

Activa: Tomar parte en lo que se hace, como miembro activo de la celebración. Cada cual según su función y posibilidades, desempeñando su papel. Pero todos, «todos» atendiendo, respondiendo, cantando, orando, llenando de sentido los silencios, los movimientos, los gestos, etc., viviendo la celebración personalmente y en comunión con Dios g con tos demás.

Plena: poner cuerpo y alma, con los cinco sentidos en lo que se hace. La participación es plena cuando se sintoniza con lo que acontece como signo palpable (lecturas, plegarias, cantos...) g con lo que acontece como misterio de salvación (perdón, conversión, caridad fraterna, esperanza, comunión con el misterio pascual...) ; y cuando se lleva la vida misma a la liturgia y ésta se proyecta sobre la vida.

Una Práctica litúrgica Viva y Verdadera

Sin duda es más fácil discutir sobre la teología de la liturgia que esforzarse por realizar una auténtica celebración litúrgica. Pero de la una se debe sacar la fuerza, la paciencia y los medios para pasar a la otra. La humildad del estudio, no para encontrar una serie de pruebas que demuestren que tenemos razón, sino para buscar progresivamente en qué consiste y qué es lo que puede favorecer el encuentro de Dios con su pueblo, en el respeto del Uno y del otro, es una tarea y una misión que se practica todavía poco.

El resultado de este esfuerzo no consiste sólo en lograr «hermosas » celebraciones, sino más bien el de verificar en la comunidad creyente la situación de nuestra fe vivida. Y si nos encontrásemos con que hay todavía un gran trecho por recorrer, ahí están los gestos, las palabras, las miradas, los gritos, la escucha, los silencios, así como las aclamaciones, las explosiones de alegría y el abrazo de la comunidad que nos dicen y nos permiten experimentar, incluso con los sentidos, la presencia "graciosa" de Dios, que nos acompaña a través de nuestra historia más allá de la historia.

Carlos CIBIEN

Preguntas Frecuentes

¿Por qué la Misa es los Domingos?

Jesús resucitó el primer día de la semana, al día siguiente del sabbat (sábado). Por eso los cristianos nos reunimos ese día con Jesús.

Con el tiempo llegó a llamarse el día del Señor, en latín "dies dominicus". De ahí viene nuestra palabra domingo.

¿Por qué es necesario que haya un sacerdote para la celebración de la Misa?

Porque él ha recibido la misión de hacer presente a Jesús en la reunión de los cristianos. Él preside la celebración de la Cena del Señor, en nombre de Jesucristo.

¿Por qué se hace una colecta?

Los cristianos colaboramos con los gastos del templo y ayudamos a los necesitados.

¿Por qué algunas personas no comulgan?

Antes de comulgar por primera vez, los niños y los adultos bautizados reciben una preparación que les ayuda a creer firmemente en la presencia real de Jesús en el pan y el vino consagrados. Si no han recibido esa preparación, no van a entender lo que están haciendo. (También cuando se está en pecado mortal no se puede comulgar).

Doxologia

Se llama doxología -del griego “doxa”, gloria, y “logos”, palabra: por tanto “palabra de gloria”- a la alabanza o bendición, normalmente trinitaria, con que se concluye una oración o un himno.

En la Eucaristía la doxología principal es la que concluye la Plegaria Eucarística: “por Cristo, con él y en él, a t, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos”. esta doxología, con que el presidente expresa la glorificación de Dios, la concluye y confirma la asamblea con su aclamación del Amén.

Hay otra gran doxología en la Misa, el himno “Gloria a Dios en el Cielo”, en el rito de entrada. Se llama doxología también a la aclamación “Tuyo es el Reino” después del Padrenuestro, que probablemente pertenecía en principio a la oración del Señor como su lógica conclusión.

El Magisterio de la Iglesia.

La Liturgia como praxis ritual de la Iglesia

La liturgia es la cumbre a la cual tiende toda la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente donde mana toda su fuerza y ninguna otra acción de la Iglesia la puede superar en eficacia y dignidad, pues se trata del ejercicio del sacerdocio único de Jesucristo. El cual, asocia perpetuamente a su esposa que es la Iglesia (Ef 5,29) (Cfr. Sacrosanctum Concilium, 7), mientras la conduce, por obra del Espíritu Santo a la eterna Jerusalén.

Es más, en la misma acción litúrgica, pregustamos y tomamos parte en aquella liturgia celeste...donde Cristo está sentado a la derecha del Padre ( S.C.,8)

El vértice por el cual gira toda acción litúrgica y toda acción eclesial es el misterio pascual de Jesucristo. Aquí se realiza la redención de todo género humano y la perfecta glorificación de Dios. Es precisamente en la Eucaristía, donde se funda y se edifica la Iglesia, ya que del costado del Señor (Jn 19,34), nació el sacramento admirable de la Iglesia entera.

Pero la liturgia por siglos ha tenido que soportar un cambio dramático en su forma de ser considerada y por tanto vivida. Consideremos, pues, los tres pasos de toda acción de la gracia de Dios:

Paso 1. Dios es el que toma la iniciativa, El se comunica.

Paso 2. Su Palabra sacude la conciencia de todo hombre y lo lleva a la conversión

Paso 3. El hombre libre de pecado y agradecido alaba a su Salvador y se pone a su servicio.

¿Qué es la Liturgia y de dónde viene?

Etimológicamente el término viene de griego

λειτουργία = Servicio.

Del concepto de un servicio llevado a cabo para la colectividad y en favor de ella, pasó a designar el conjunto de servicios que constituían el culto de los dioses

En la Biblia de los LXX los términos λειτουργείν y λειτουργία, se utilizaron para indicar el ministerio sagrado que los sacerdotes y los levitas debían desempeñar en el tabernáculo en nombre y en favor del pueblo.

En el Nuevo Testamento, el término λειτουργία se utilizó no solo para indicar el servicio de los sacerdotes en el templo, sino que designa también los actos del eterno sacerdocio de Cristo, mucho más excelente que el sacerdocio levítico, así como el servicio eucarístico de la Nueva Ley. Así lo refieren el libro de los Hechos de los Apóstoles, la Didaché y en San Clemente.

De esta manera poco a poco El término liturgia pasó a ser sinónimo de sacrificio, la acción sagrada por excelencia del culto cristiano. A lo largo de la vida de la Iglesia la el concepto liturgia ha ido evolucionando aunque siempre conservando su carácter esencial.

¿Qué es el año litúrgico?

Se llama Año Litúrgico o año cristiano al tiempo que media entre las primeras vísperas de Adviento y la hora nona de la última semana del tiempo ordinario, durante el cual la Iglesia celebra el entero misterio de Cristo, desde su nacimiento hasta su última y definitiva venida, llamada la Parusía. Por tanto, el año litúrgico es una realidad salvífica, es decir, recorriéndolo con fe y amor, Dios sale a nuestro paso ofreciéndonos la salvación a través de su Hijo Jesucristo, único Mediador entre Dios y los hombres.

martes, 1 de junio de 2010

Juan XXIII


El papa que renovó la litúrgia de la Iglesia Católica,
esto gracias a el Concilio Vaticano II
que se convocó en Roma, en el año de 1962- 1965.
Juan XXIII, es conocido tambien como el papa de la paz.

Institución de la Eucaristía.

La Sagrada Litúrgia.

Los Signos en la Liturgia.

Decía San Agustín: "El signo es una cosa que, además de la imagen que infunde en los sentidos, hace venir otra cosa diversa de sí al pensamiento."
El Signo implica un doble elemento: significante (lo que percibimos) y significado (lo que entendemos).

Ej.: vemos la luz roja del semáforo (significante) y entendemos ¡deténgase! (significado). Entonces, el signo es un medio de comunicación entre seres inteligentes, que a través de un código son capaces de recibir y transmitir mensajes.

En el caso de la liturgia el signo establece una comunicación entre Dios y el hombre. La relaciónentre el significado y significante establecida por la fe.


Gestos y símbolos - J. Aldazábal - Dossiers CPL - Barcelona, 1986

El Símbolo en la Liturgia.

Es una palabra griega que originariamente significaba la unión de dos mitades de un objeto fraccionado (anillo, tabla, etc.) que eran reunidos de manera que coincidieran y servían así para reconocer que el poseedor de una de las mitades era un verdadero huésped o mensajero o parte de un contrato.

Este sentido original de fragmento que remitido a un todo, permite la identificación de las personas, es el que dio origen al nombre de "símbolo" que dieron los cristianos a las fórmulas de profesión de fe.

En la antigüedad cada iglesia local elaboraba su fórmula de fe. Cuando un cristiano iba de un lugar a otro, el símbolo permitía saber si pertenecía a la misma Iglesia única de Cristo. La expresión de fe de esa Iglesia local era confrontada con la de la otra; si las dos encajaban en la misma fe, era señal de su unidad, vehículo de reconocimiento de ambas con la Iglesia de Cristo.

El símbolo es ante todo un signo, porque me envía un mensaje, pero va más allá. Podríamos decir que todo símbolo es un signo, pero no todo signo es un símbolo.

Gestos y símbolos - J. Aldazábal - Dossiers CPL - Barcelona, 1986